Sin duda vivimos días de intensidad
y una dinámica política interesante, a ciencia cierta parecemos avanzar y en
otras vistas a lo profundo no parece ser así; pero ¿por qué? ¿Qué está
trancando el paso? ¿Qué está frenando el flujo Revolucionario? En gran parte
éste período en dónde muchos están a prueba, además de la situación que atraviesa
el comandante Chávez nos ha puesto frente
a una avenida con varios desvíos. Pero ¿a qué se le debe temer más? Al claro crecimiento
anarquistoide de algunos cuadros y fuerzas revolucionarias, que por X causa no
ven plasmada sus esperanzas ni ven la praxis de lo que en teoría pensaban
sería. ¿Se le debe temer a los retrocesos en materias importantes como la
Justicia o la economía? Interesantes preguntas que surgen tras la importante
victoria que dio el pueblo Venezolano el 7 de Octubre y el 16-D, que atraviesa
un gran peligro si no se sabe asimilar y no logra trascender el carácter con el
que se obtuvo la victoria, recuerdo al comandante haciendo el llamado “El
compromiso es con el pueblo, con más nadie”, pero esto al parecer poco es
asimilado por “cuadros de dirección”, que les entra por un oído y les sale por
el otro.
Otro peligro inminente es
creernos que hemos derrotado a la derecha, esto no demuestra más nada que
decirnos que están más de este lado que de aquel, con el único propósito de
entorpecer las iniciativas revolucionarias, por eso esta revolución, nuestra
revolución debe asumirse con mucha mística, sino veremos los sueños colectivos
truncados, y quedaría estancada esa utopía de construcción de Patria Grande y
Bonita, no podemos optar en este caso entre darle concesiones a los vencidos y
permitirles hacer el juego “democrático” al que ellos juegan, debemos asumir la
victoria sin miedo a avanzar y profundizar el proceso, pero deslastrándonos de
las viejas culturas del arribismo y lo acomodaticio del burgués hacia los
espacios de poder, muy demostrado está
que se pintan del color y la forma en que nos engañan, para hacernos creer que
son eficientes y revolucionarios, mientras detrás de la cortina están boicoteando
todo el avance revolucionario.
Cerrar filas no significa darle
todo el poder a una corriente, cerrar las filas significa saber utilizar la
direccionalidad de este proceso, con la mística y sabiduría que la ha sabido
usar nuestro comandante, por eso es que
el equilibrio revolucionario es una forma de justicia, de carácter científico,
marxista, no reformista como hemos visto en muchos casos y se empiezan a asomar
en algunas experiencias a lo largo del territorio nacional.
¿Entonces, a que le tememos más?
Saquemos conclusiones con las
herramientas científicas del marxismo, de lo que nos ha dejado el profundo
debate a lo largo de nuestro proceso revolucionario, porque lo más importante
es avanzar y darle al comandante el mejor regalo: La convicción de que el
proceso revolucionario avanza gracias a su estirpe y un pueblo conscientemente
combativo.
Ricardo León
Colectivo Puño Alzao
Twitter: @chalanero95
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