viernes, 13 de agosto de 2010

Una visión parcializada de la libertad de prensa

Al ingresar en páginas dedicadas a la libertad de prensa o de información, encontramos una marcada tendencia a crear pautas mediáticas, apuntando sus ataques a los países que optan por una nueva vía de desarrollo. Bajo el argumento de la defensa de la sociedad democrática, ocultado la privatización de la información, como la apropiación de los espacios de comunicación por grandes consorcios trasnacionales.
Una de las páginas que nos llamó la atención fue la de La Fundación Robert R. McCormick Tribune, establecida en 1955 por el entonces propietario y director del reconocido periódico Chicago Tribune. La cual auspicia El Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés) el cual fue establecido en 1984. Una de las tantas fundaciones que alimentan la visión estadounidense, tanto de la información, como de su modo vida.
El concepto que defiende ICFJ en su definición conceptual es “Una iniciativa para incrementar el conocimiento del derecho a la libre expresión en sociedades democráticas, y asistir a periodistas en el apoyo, defensa y sostenimiento de una prensa libre en las Americas”. Postulados no muy ajenos a los esbozados por las cadenas internacionales, que defienden estoicamente la privatización de los medios y la concentración de las mismas en grande trasnacionales de la información.
Aún queda en las retinas de miles de latinoamericanos, la posiciones asumidas por estos medios ante los gobiernos militares, en las décadas del 60 al 90 del siglo pasado, el silencio cómplice ante los desmanes, como el apoyo de algunos medios como El Mercurio de Chile, El País de Uruguay o la Nación de Argentina, bajo el argumento que la “democracia” estaba en peligro.
En esta página encontramos un artículo firmado por Jorge Luis Benezra Briceño (Venezuela) / Periodista- Productor de programas de información y opinión, donde hace una distorsionada comparación sobre el fin de la concesión de RCTV, cito
” La no renovación de la concesión de la televisora más antigua de Venezuela, RCTV, revive el amargo sabor de la censura que vivió América Latina en la época de las dictaduras militares”.
Argumentado en su trabajo las supuestas persecuciones a periodistas, citando a varias fundaciones que se han caracterizado por la constante manipulación de la información, expone que “Según el informe de 2006 presentado por la organización no gubernamental venezolana, Espacio Público, 134 periodistas habrían sido víctimas en 106 casos a violaciones a la libertad de expresión. Reporteros sin Frontera, Freedom House, Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Sociedad Interamericana de Prensa”.
Lo que no dice el articulista Benezra, que ninguno de estos supuestos comunicadores, hayan sido detenidos, hayan confiscado sus medios de trabajos o se les niegue el derecho a ejerce su trabajo. Pese a que muchos de ellos son asalariados por instituciones o fundaciones estadounidenses, para crear una visión mediática en países que buscan una alternativa de desarrollo.
Como la cobertura de prensa al golpe de estado o el paro patronal en Venezuela, donde apoyaban con furor las acciones vandálicas, contra el presidente constitucional Hugo Chávez, como lo hicieron en el pasado contra el gobierno de Salvador Allende, en aquel trágico septiembre negro de 1973.
Defender la mentira y distorsionar la verdad esta apartada de la ética profesional del periodista, como rezan el compromiso que asumimos en esta profesión de comunicador social, el debate de las diferencias de ideas, debe ser enfocados en su justo término, no creando imágenes armadas, argumentando en los artículos la defensa intereses mezquinos privados.
Muchos periodistas se vuelven voceros de las cadenas privadas de información, defendiendo el derecho a la libertad de expresión, aun cuando el medio para el cual trabajan, haga política y de informaciones al público tendenciosas. Hasta algunos medios como RCT, Globovisión, El Nacional, entre otros hayan apoyado el golpe de Estado y el paro empresarial, dejando su rol de medios de comunicación, para convertirse en instigadores políticos.
Lo llamativo también en esta página son las declaraciones de un periodista estadounidense, que maneja en su artículo la misma tesis de los medios privados venezolanos, de que los procesos en Bolivia y Ecuador son dirigidos por el presidente de Venezuela Hugo Chávez. Sin comprender que cada una de estas naciones busca una salida digna a sus pueblos, llegando a acuerdos económicos y políticos con Venezuela, en búsqueda de un modelo alternativo.
En su artículo James Breiner que ha sido presidente y editor del semanario Baltimore Business Journal desde 1995. Anteriormente fue editor del Business First of Columbus (OH) por siete años, en donde ganó premios junto a su equipo por sus reportajes investigativos y su cobertura de temas de negocio,.
Sorpresivamente devenido en analista político, argumenta que “El presidente de Bolivia, Evo Morales, llama a la prensa su “enemigo número uno”. Y mientras fomenta la creación de radios comunitarias con apoyo financiero de su homólogo Venezolano, César Chávez, los periodistas se sienten cada vez mas amenazados”.
Este empresario que ahora se dedica a los análisis políticos, manifiesta una oposición a la creación de medios alternativos de prensa o sociales, bajos el argumento de que son aparatos de propaganda, desvirtuando el derecho al periodismo independiente, como medios comunitarios al afirmar ” Casi cada mes el Gobierno anuncia otra nueva emisora radial que forma parte de la Red Patria Nueva, descrita por el gobierno como un medio comunitario para informar y educar a la gente que antes no tenía acceso a medios. Pero hay preocupación que esta red va a convertirse en una herramienta propagandística del Gobierno”.
Este tipo de páginas se unen a la manipulación de la información, que en España lleva la voz cantante El País, CNN, Reporteros sin Frontera, Globovisón en Venezuela, Radio caracol en Colombia, por citar alguno de los más activos en la campaña mediática contra Venezuela, Bolivia y Ecuador. La idea es crear una imagen sostenida de caos, de abusos gubernamentales, como de periodistas presos, con cierres de medios, aunque esto no se produzcan se denuncian constantemente.
Sin embargo en ninguna de estos medios de habla de los asesinatos de periodistas en Colombia, Guatemala, El salvador, México, por citar algunos, o el cierre de medios de prensa, como recientemente ocurrió en Perú, donde el presidente Alan García cerró una emisora de radio. Eso no son noticias destacables, porque forman parte del estatus quo de la democracia que ellos defienden, la libertad de prensa de los grandes monopolios, es la matriz a seguir en la información.
E-mail: diegojolivera@gmail.com


Por Diego Olivera

Fuente: http://suramericapress.com/

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