martes, 20 de julio de 2010

Sufre preinfarto ayunante al pedir audiencia a Calderón

La mañana de ayer sufrió un síncope cardiaco el trabajador en huelga de hambre Miguel Ángel Ibarra Jiménez, quien se desvaneció frente a su esposa e hijos durante una conferencia de prensa en el campamento del SME, en la que el ingeniero Cayetano Cabrera, con dificultad para respirar, leía una carta en la que pide audiencia al presidente Felipe Calderón.
Si el mandatario niega el derecho de audiencia, será responsable de lo que nos pase en nuestra salud y con nuestra vida, porque él nos puso en esta situación, señaló Cabrera, con 86 días de ayuno.
La situación en el campamento se tornó dramática este lunes, ya que apenas había terminado de hablar el ingeniero y se iniciaba la sesión de preguntas cuando Ibarra, quien ayer cumplió 82 días en ayuno, se desvaneció y no reaccionaba. Sus tres hijos pequeños –dos niñas y un niño–, su esposa y su madre, que lo habían ido a visitar, rompieron en llanto.
El médico del SME Alfredo Verdigel de inmediato le suministró suero y oxígeno y lo hizo reaccionar, mientras los familiares del trabajador se abrazaban. Ya consciente, dijo que no se iba, que se quedaba hasta las últimas consecuencias o hasta que le regresaran su empleo.


Rostros de preocupación y angustia se vieron por todo el campamento, mientras Verdiguel informaba que el electricista, de 41 años, tuvo unpreinfarto y está muy débil, ya que presenta crisis hipoglucémica, y ha perdido 21 kilogramos; ahora pesa 48.
La carta que Cabrera dirigió al Presidente señala que lleva 86 días de ayuno y que se siente ya muy mal de salud, pero que está decidido a continuar hasta que este gobierno nos devuelva el empleo a los 44 mil trabajadores que fuimos despedidos de manera ilegal.
“El Presidente es el único que puede resolver este conflicto. Por lo que desde este momento y de manera pública solicito que el presidente Felipe Calderón nos reciba a todos los huelguistas de hambre en Los Pinos, conjuntamente con nuestro secretario general y el comité central de nuestro sindicato.
Si el Presidente no atiende esta petición para resolver este conflicto de manera política, él será el único responsable de lo que pase a mi vida y a la de mis compañeros en esta huelga de hambre.

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