(Eduardo León) Nuestra historia arranca hace 15 mil años, donde en nuestro suelo patrio vivìan los aborígenes, que habitaban estas tierras mucho antes que llegaron el invasor español y lucharon sin interrupción durante tres siglos de la colonia. Nuestros grupos indígenas cultivaban la tierra, trabajaban la alfarería y la cestería, pescaban, cazaban y recolectaban, no había propiedad privada y se les ubica en el modo de producción conocido como la Comunidad Primitiva donde lo fundamental era lo colectivo, no existía la moneda, pero si el trueque o intercambio.Esta reflexión es sustentada por el historiador y escritor Octavio Beaumont Rodríguez, Presidente de la Fundación Alcides Hurtado Bustillo”El cambio de relaciones de producción significó también el cambio en la tenencia de la tierra, conducción natural de la producción, que durante el período precolonial fue colectiva, así como también el usufructo de la misma. En las comunidades aborígenes, había tierras para la comunidad, tierras para la caza y tierras para las familias. Con la implantación de la Colonia, la propiedad es de diversos tipos, tales como El Estado (baldíos), la propiedad comunal indígena (los resguardos), la propiedad municipal (los ejidos) la propiedad misional de la iglesia, la propiedad privada absoluta urbana( los solares) y la propiedad rural (hatos y haciendas).Desde el punto de vista de los nuevos paradigmas marxistas referidos al enfoque de la historia y la cultura de la humanidad o el desarrollo del ser social, se acepta como cierto, que la sociedad de los aztecas (México) y los incas (Perú), se desarrollaron independientemente de otros centros civilizatorios y que estas culturas se dan separadamente en un proceso de desarrollo circular, que conduce al estancamiento, más no a la muerte. Para Briceño Guerrero “en la América Precolombina se hablaba casi la mitad de las lenguas del mundo: 1230 que se enriqueció con la llegada de los esclavos negros que hablaban numerosas lenguas. Al llegar el invasor español ilegaliza esos idiomas e imponen el idioma extranjero, que serán los únicos reconocidos para decidir y designar las cosas. La Cultura es un acervo histórico de todas las expresiones que el hombre y la mujer realizaron, realiza o puede realizar, en su decurso individual y colectivo social a travès de la prolongación de los siglos. Es por tanto expresiones de cultura, todo lo relacionado con las creencia religiosas, mitos, tabúes, la educación, la lengua, dialectos, idiomas, el dominio de la creatividad, los hábitos de recreación, la familia, historia, sociología, medios de comunicación social (prensa, radio, televisión, Internet, videos, cine y satélites) teatro, música, deportes, animadores culturales, ballet, danza, poesía, literatura, museos, ateneos, cines, bibliotecas, hemerotecas, videotecas, cerámica, orfebrería, orquestas populares, folklore, identidad nacional, transculturizaciòn, ideología, formación política, filosofía y otros aspectos más de la vida de los seres humanos en nuestras sociedades capitalistas o socialistas. El imperialismo norteamericano en su plan genocida-fascista de por medio de guerras destruir el mundo, ha logrado en los pueblos y naciones del denominado Tercer Mundo, que sean destruidas sus culturas, mediante la transculturizaciòn, la imposición de la cultura gringa sobre nuestra cultura, al imponer normas o códigos en forma sutil, a travès del bombardeo de mensajes por la radio, prensa, televisión, cine y por la propaganda de consumo.La Cultura es la práctica vinculada a la cotidianidad,, ya que es una fuerza creadora de reflejos sociales capaces de compensar los mensajes importados y la influencia extranjera.“Las ideas de la clase dominante son siempre las ideas dominantes, porque así como dicha clase es propietaria de los medios de producción material, posee también los medios de producción intelectual. Nada de extraño tiene que todos y cada uno de estos requerimientos ascendieran a ideologías dominantes en América Latina, a pesar de ser gestados en ámbitos extraños a ésta, desde el punto de vista de élites extranjeras o extranjerizantes, y compartiendo como único rasgo unificador el de concebir lo autóctono, no sólo como peculiaridad, sino como anomalía, en¬fermedad o rasgo caduco a ser exterminado” Carlos Marx.La Resistencia Cultural, propia de la creación del pueblo y el saber tradicional, ha estado presente en el tiempo. Ella ha jugado un papel fundamental en la defensa del derecho a la heterogeneidad, a la diversidad y creatividad de los pueblos y ha enfrentado a la cultura dominante y homogénea, correspondiente con el consumismo de la ideología de la sociedad capitalista.El papel de la Cultura de la Resistencia y Liberación amerita ser considerado por cuanto en la transformación que vive Venezuela es fundamental. La cultura de la resistencia que es contraria a la cultura dominante, de elites y capitalista, es parte y contribuye en la elaboración del nuevo pensamiento-praxis filosófico político. Es una nueva praxis y contenido conceptual que difiere de la ideología de la sociedad capitalista. La importancia es de grandes dimensiones en cuanto Venezuela vive una transformación de Estado que implica la transformación Cultural, tanto a nivel singular de cada ser ente humano como colectivo y comunitario, donde todos sus componentes y el arte, la creación es básica tanto como el saber tradicional del pueblo.El pueblo en grupos organizados, en comunidad, en familia asume y defiende su derecho a su cultura de la resistencia para darle presencia a lo que se estaba negando y desplazando, por parte de la cultura dominante del progreso y el desarrollo industrial. La cultura de la resistencia y la liberación, adquirió mayor presencia en la segunda década del siglo XX al enfrentarse al dominio tecnológico e industrial. Se enfrentó desde las bases populares con el rescate de la literatura oral, el hacer artesanal, la música, la plástica, las danzas o el teatro, el arte culinario, las propuestas del de cine club y la animación cultural y pedagógica.Los países cuando alcanzan dimensiones de potencia económica y política, se proyectan en el plano cultural haciendo de su visión del mundo, un modelo de esquema mental distorsionado que exportan con la finalidad de que sea asimilado por la periferia. El pensamiento de las potencias es apropiado de forma deformada por los intelectuales y políticos de las periferias, que a través de este acto de sometimiento mental, planifican y justifican las políticas antinacionales sobre su pueblo y cavan las tumbas en donde enterrarse como miembros de un país subyugado. Es entonces, que la cultura y el control de las mentalidades son espacios de batalla. También comienza en Venezuela a producirse políticas de una masificaciòn cultural cualitativa, o sea, tendientes a ensanchar la identidad y en sentido de pertenencia. A nuestro juicio hay mucho aún por hacer en este campo de la cultura endógena, pero la superación del alfabetismo a través de la Misión Robinson; las ediciones de libros por millones de la literatura universal y sobre todo como difusión del nuevo pensamiento nacional; el proyecto de ‘cada día un libro’ para valorizar y relanzar a miles de autores que las editoriales comerciales –y aun las estatales– mantenían engavetados y congelados a favor de las élites del López de turno; las emisoras de radio y televisión comunitarias brotando en todo el territorio; el reconocimiento constitucional de la diversidad cultural (y de lo multiétnico y plurilinguìstico territorio adentro) para la implantación de un sistema de circulación de bienes y servicios culturales; elsurgimiento de un Ministerio de la Cultura, la creación de redes de cineastas y escritores, son apenas algunas de esas acciones orientadas a cimentar la resistencia tanto desde el Gobierno como en los sectores organizados de la sociedad. Todo ello, con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como guía, ha ido cobrando, no sin tropiezos pero sin detenerse, rango de ley, de normalización en una sociedad cuyos soberanos protagonistas discuten, sancionan y revisan día a día las normativas de esos procesos específicos.Una de las primeras tareas de la cultura de la resistencia es reclamar, volver a nombrar y habitar la tierra propia. La búsqueda de autenticidad, de un origen nacional común mas verdadero que el ofrecido por la historia colonial, de un nuevo panteón de héroes mitos y religión. Junto a tal imaginería nacionalista de identidad descolonizada aparece siempre la recuperación del lenguaje nativo. La oposición a una estructura dominante surge cuando una serie de individuos y grupos, tanto ajenos como integrados en ella, toma una conciencia casi militante de qué, como por ejemplo algunos de sus principios son erróneos-El capitalismo incorpora a nuestras conciencias, a través de la educación, de la religión, de las políticas de las artes, de los medios de comunicación social y otros, un conjunto de ideas, valores y actitudes, con los cuales construye y reproduce toda una cultura para la dominación y estos valores negativos se expresan: 1-Desarraigo. 2-Discriminación. 3- Vergüenza étnica. 4-Endorracismo. 5- Alineación. 6- Consumismo. 7-Competencia. 8- Individualismo. 9- Crisis de participación e independencia ante lo público.La Resistencia Cultural debe estar caracterizada por los siguientes valores positivos.1- Valores y actitudes solidarias. 2- Relaciones armónicas con la naturaleza en equilibrio con el medio ambiente. 3- Antiautoritarismo. 4- Tolerancia. 5- Aceptación de la novedad y la diversidad. 6- Generosidad. 7- Extroversión. 8- Centramiento en la familia y en las relaciones personales antes que en las institucionales y abstractas. 9- Laboriosidad. 10- Creatividad.. 11- Igualitarismo 12- Sueños y esperanzas animadas por la religiosidad popular, 13- Formas de comunicación auténtica, centradas en la conversa y el valor de la palabra. 14- Formas de ocio y recreación, donde se dignifique la naturaleza y la persona humana. 15- Hacer que La fibra patriótica se enraíce con la gesta y luchas independentistas.Para lograr la resistencia cultural se debe hacer lo siguiente:1- Desenmascarar y combatir toda forma de cultura neocolonial. 2- Aportar a la formulación y al desenvolvimiento de la cultura nacional;3- Reflexionar sobre el problema del nacionalismo en el Tercer Mundo y su relación con la política, la economía y la sociedad- 4- Difundir a los intelectuales, escritores y pensadores de la cultura nacional y latinoamericana;5- Promover el folclore y todas las expresiones de música y arte nacional y latinoamericano; 6- Discutir los marcos teóricos de la Universidad y del sistema educativo del país;7- Promover la cultura nacional y popular vertebrando las acciones de las organizaciones libres del pueblo y los ámbitos políticos, económicos, sociales, culturales y sindicales;8- Discutir y proponer alternativas a los programas y políticas del Estado y a los funcionarios de gobierno desde una perspectiva de desarrollo nacional independiente; 9-Ante el impacto de las industrias culturales, es importante oponer a los patrones hegemónicos extranjeros, la preservación de los valores nacionales, la defensa de la identidad propia y el reforzamiento de la educación pública
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