viernes, 28 de septiembre de 2012

CHILE: La Flor del estudiante chileno (REPORTAJE ESPECIAL)




Pese a la represión, miles de jóvenes no se cansan de exigir educación gratuita para todos.
Manifestación por la educación pública gratuita. 27 de septiembre de 2012

Texto: José Luis Morales. ( Corresponsal de ARN en Chile)
Fotos: Jaime Barrera.




Una vez más la tierna flor de una educación distinta y gratuita, sueño compartido de miles de jóvenes y niños chilenos, se vio marchitada este jueves por el aparato represor del Gobierno empresarial de Sebastián Piñera.

Pese a todas las trabas, cerca de 70 mil personas se reunieron desde temprano frente a la Universidad de Santiago, y comenzaron a marchar a eso de las 11:30 de la mañana según la ruta trazada en una marcha que estaba autorizada. La ciudad gris una vez más se teñía de colores y cánticos de utopía, ¡Educación gratuita!, ¡Poder Popular! las consignas. Muchos otros miles hacían lo propio, en otras ciudades del país.

Hasta que la columna llegó a un punto en que, según el tramo autorizado, debía desviarse para no dejar que los jóvenes soñadores pasaran por la prostituida casa de Gobierno, esa donde a punta de tanquetas y bombazos se obligó a todos los chilenos a asumir el camino del liberalismo extremo del capital, ya sabemos, un 11 de septiembre de 1973.

Punto en la historia desde donde progresivamente el Estado dejó de ser para toda la gente, y se transformó en un mero lobbista de los intereses económicos del empresariado chileno e internacional, incluido el negocio de la educación.

Pero los jóvenes son porfiados, el derecho a manifestarse no se pide, se toma, y está garantizado, incluso, en la nefasta constitución heredada del dictador, y ellos lo saben y lo hacen valer. Ante la insistencia juvenil, Carabineros no esperó ni diez segundos y comenzó su ya tradicional danza de gases, bombas, empujones y escopetazos, contra esa masa de niños soñadores imbuidos en su porfía, que no es más que su persistente rebeldía encauzada en la lucha de conseguir una mejor educación para las futuras generaciones.










Más rato, extrañamente un bus del transporte público se hallaba abandonado en plena ruta de la marcha, provocando, esperando que algún niño revoltoso motivado por la injusticia que le toca vivir a diario, atrapado por la monotonía de una vida que no le abre espacios y por el aire irrespirable que a esa hora dejaba el actuar policial, se ensañara contra él.

Pero no, los cabros aprendieron la lección, y sin más pensar lo rallaron entero con la palabra “MONTAJE” bien grande, acusando el proceder premeditado para empeñar mediáticamente el sueño de una sociedad mas justa y libre.



Carabineros empezó luego con el segundo movimiento de su baile tradicional, varios piquetes policiales se comenzaron a desplegar, tanquetas lanza gases, balines de pintura, y ya no solo contra los que querían traspasar las barreras, sino que contra todo aquel que se encontrara ahí a esa hora en ese lugar, incluso en la ruta supuestamente autorizada. “Circule, circule” ordenaban, con la luma en la mano y la pistola en la cadera, con la armadura grotesca y el escudo prepotente. A la masa de niños había que disolverla como fuera, es mucho más importante restablecer el tránsito, que dejar soñar a los niños y jóvenes.

Toda la estética represora, los camiones, los buses, los tanques, las escopetas, el aire irrespirable de la nube pálida y tóxica, hacen ver reducidas a meros caramelos cualquier piedra y barricada, lanzada y  levantada en la vía con el objetivo de resistir, las que en el escenario actual de un Chile absolutamente secuestrado por la clase política y empresarial, a veces rondan lo lógico y natural.

Hablo de un Chile secuestrado, porque así estamos, atrapados entre la cordillera y el mar, obligados a “pagar fianza” por todo lo que a nuestra mente se nos ocurra, incluidas todas esas cosas que en otras latitudes son considerados derechos humanos básicos y esenciales. Educación, Salud, vivienda, cultura, todo tiene un costo para la gente en este país, donde el Presidente está convencido y orgulloso de que todo sea un “bien de consumo”. Si quiere algo, trabaje, agrega.

Solo ayer en una entrevista por la televisión, el ministro de Educación reiteraba que para ellos la Educación gratuita y de calidad era injusta dentro de un Chile que es desigual. En otras palabras, reconoce que el país es de los más desiguales a nivel mundial, y prefiere mantenerlo así, en vez de entregar educación gratuita y desecha la posibilidad grandiosa que representa la educación gratuita para todos de cambiar esta realidad.



Secuestrados estamos, cuando una riqueza estratégica como el Litio y el Cobre pasan a manos privadas sin ninguna consulta, por una mera vía administrativa, como si fuera un aguinaldo de fiestas patrias para los poderosos, como ocurrió esta misma semana

Secuestrados estamos, si nuevamente se cierra otro periódico como es La Nación, mientras un medio cómplice y golpista como El Mercurio, sigue operando y marcando la agenda aunque muy pocas personas de verdad lo lean. También ocurrió esta semana.

Frente a la solicitud popular de realizar una Asamblea Constituyente, tal como se ha vivido en varios países hermanos de nuestra América en el último tiempo, con el objetivo de refundar el país sobre valores compartidos y votados por todos sin imposición alguna, el propio presidente del Senado, Camilo Escalona, que se dice ser “socialista” y es parte de la que se dice ser la “oposición” al Gobierno de Piñera, exclama que Chile no necesita una Asamblea Constituyente y que las instituciones funcionan, no hay crisis, dice, y punto, que nadie lo discuta. ¡A concentrarse en las elecciones señores, vote por nosotros, again!, agrega.

Claro, como ocupa el máximo sillón del parlamento, está convencido que las instituciones funcionan, desde su particular óptica que según parece no alcanza más allá de dos metros de su propia nariz.

Saludos le manda, cariñoso, un niño de cinco años que se levanta respirando el humo de la pasta base en la que ahoga y reproduce la cesantía su padre de 15 años, tal como lo hizo su padre y en un par de años lo hará su hijo. Saludos te manda, Escalona, Piñera, esta cultura pobre en la que nos tienen viviendo obligados. Saludos les manda el pueblo mapuche, que resiste en huelgas de hambre los cientos de años de colonialismo capitalista.

Afortunadamente nuestra juventud recién comienza a vivir su primavera y está despertando, sin mucho conocimiento formal, derivado de las falta de oportunidades educativas y de la cultura basura que propaga la televisión, pero con el conocimiento de la experiencia fraterna en su colegio, en su asamblea, en su barrio y organización, a puro corazón y guiados por la intuición, constatando que la mierda que les tocó respirar no tiene ni debe porque ser lo único, con la certeza de que más allá los espera ese “jardín del edén” que irónicamente, a estas alturas, reza el himno nacional.

Cada día cientos deciden apagar la tele, y volcarse a las calles, pintar, cantar, construir, pedalear, conversar, discutir, luchar, manifestarse, protestar. La revolución, mientras no se da en las estructuras del país ni en las leyes, se está dando en sus mentes y en las esquinas.

Educación libre, conectada con la comunidad, al servicio de ésta, sin fines de lucro, con el fin del bien común, abierta al debate, a los cuestionamientos de todo y cada uno de lo establecido, transversal, con profesores-estudiantes y estudiantes-profesores, para un mundo ecológico, un país igualitario, justo, inteligente, solidario, sin depredadores, sin explotación, con todas las razas y pueblos en diversidad y comunión.

Ya van varios años, y la lucha de conciencias seguirá, ni la bota militar, ni el actual aire irrespirable de este Santiago gris, logaron ni lograrán marchitar completamente la flor, que brotó en Chile, y tarde o temprano se transformará en un árbol con frutos de sobra y cobijo para todos. Para allá vamos, mojados, intoxicados, pero cultos en lo nuestro, lo relativo al corazón. El secuestro es una ilusión.

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