domingo, 30 de mayo de 2010

EXISTE EN VENEZUELA UNA CONSPIRACIÓN MEDIATICA NACIONAL E INTERNACIONAL

Asegura historiador Octavio Beaumont Rodríguez




EXISTE EN VENEZUELA UNA CONSPIRACIÓN
MEDIATICA NACIONAL E INTERNACIONAL

 
(Eduardo León) Desde tiempos muy remotos, es decir desde el fúnebre nacimiento del capitalismo, la noticia siempre ha sido una mercancía que se ha vendido al mejor postor dentro del sistema capitalista mundial y en especial en la denominada “democracia representativa”, que en Venezuela, estuvo representada por los oprobiosos gobiernos pitiyanquis de AD y COPEI (1958-1998) quienes durante 40 años allanaron imprentas, cerraron periódicos, radios y televisoras, suspendieron las garantías constitucionales, censuraron películas, asesinaron periodistas, despidieron a miles de periodistas, detuvieron periodistas y violaron la libertad de información y de prensa.



Esta reflexión sobre el acontecer mediático en el país, forma parte de un capítulo del libro La Guerra Informativa en Venezuela (1999-2009), trabajo doctoral, escrito por Octavio Beaumont Rodríguez, Licenciado en Comunicación Social(UCV), Diplomado en Periodismo(Universidad de La Habana), Diplomado en Periodismo Deportivo (USB), Magíster Historia de Venezuela (UC) y Doctorando en Ciencias Sociales (UC). Ha escrito 17 libros sobre la temática de relatos, cuentos, poesía y novela y ensayos políticos- militar. Fue Secretario General (Adjunto) y Presidente del Tribunal Disciplinario del SNTP y también Delegado Sindical en El Diario de Caracas y Últimas Noticias.



A pesar que en nuestra sociedad se vive tiempos de cambios y transformaciones dentro del proceso de la Revolución Bolivariana, la información es utilizada como una mercancía, que sirve como estructura mediática (radio-televisión-prensa-cine-Internet-videos y satélites) ya que es el brazo armado de la guerra de la conspiración nacional e internacional que trata de aniquilar los cambios que se vive en el seno de la sociedad venezolana. Igualmente es fácilmente comprobable la injerencia del imperialismo norteamericano en la parte cultural e informativa.



En tiempos de la Revolución Bolivariana hay una amplia libertad de expresión y de información, que muchas veces se podría tipificar como libertinaje, ya que el gremio de periodistas (prensa-radio. Televisión-revistas) que vienen siendo militantes de los partidos políticos, ya que los mass media sustituyeron a las organizaciones políticas, se consideran con privilegios, para atropellar a las personas, instituciones y al gobierno que preside Hugo Chávez Frías



El CNP, que siempre estuvo controlado por AD Y COPEI en los 40 años de los desgobiernos fascistas y proyankis, muchas veces calló y apoyo los atropellos gubernamentales, siendo la excepción los periodistas militantes del PCV, MIR y URD y algunos independientes patriotas, quienes combatieron valientemente y denunciaron a nivel nacional e internacional las tropelías cometidas por los regímenes puntofijistas apoyados por la Misión Militar Yanki, destacada en Venezuela, quienes dieron instrucciones y ordenes de dispar primero y averiguar después a los sátrapas gobernantes de esos regímenes.



Rómulo Betancourt (1959-1964) quién a sangre y fuego bombardeó Carupano y Puerto Cabello con un saldo de mas de 5 mil muertos e innumerables heridos y detenidos. Ordenó asalto a los talleres de El Independiente, suspensión indefinida de Tribuna Popular, Izquierda, Clarín y La Hora, suspendió temporalmente a los diarios El Imparcial de Maracay, El Tiempo de Valera y El Día de Acarigua Pero ante tal situación la junta directiva del CNP controlada por Acción Democrática bajó la cabeza y recibía ordenes de Miraflores.



Raúl Leoni (1964-1969), fue quien inventó la figura de los Teatros de Operaciones Antiguerrilleros, donde fueron torturados, asesinados y desaparecidos 2 mil venezolanos, entre ellos Fabricio Ojeda, periodista de El Nacional y quien fue Presidente de la Junta Patriótica de Venezuela en 1957, asimismo cerró periódicos y revistas. En ese período fueron allanados los diarios Ultimas Noticias, La Esfera y El Mundo y detenidos el editor Miguel Ángel Capriles y Víctor Simone D/ Lima, director de Ultimas Noticias



Rafael Caldera (1969-1974) ordenó el asesinato de mas de 40 estudiantes, propició el allanamiento de la UCV y cerró todas las Escuelas Técnicas del país. Fue allanado El Mundo, Crítica de Maracaibo, La Religión y confiscó la edición de la revistas Punto Negro y Reventón y se detuvo a los periodistas de esa revista. Carlos Ramírez Farías, William Izarra, Enrique Rondón y Pablo Antillano, quienes fueron sometidos a un juicio militar. Envió al exilio al editor Miguel Ángel Capriles.



Carlos Andrés Pérez (1974-1979) autor intelectual de la matanza del 27 de Febrero de 1989. Su gobierno ordenó el decomiso de la edición de la revista Al Margen del profesor Simón Sáez Mérida y de la revista Resumen del editor Jorge Olavarría. Se le abrió juicio militar a las periodistas Irma Barreto y Doris Francia, siendo condenadas a varios años de prisión. Suspendió por tres días Radio Caracas Televisión ór divulgar una noticia sobre la captura de William Frank Niehous, jefe de la CIA en Venezuela para esa época por un grupo de revolucionarios. En 1992 censuró los diarios Ultimas Noticias, El Mundo, El Nacional y Radio Rumbos, siendo los encargados de la censura el periodista Roberto Giusti y Pedro Pablo Alcántara, dirigente de AD.



Luis Herrera Campins (1979-1984) autor intelectual de la matanza de Cantaura. Fue abierto un juicio militar a la periodista María Eugenia Díaz del Diario de Caracas, por el supuesto delito de revelar secretos militares. Se abrieron expedientes judiciales contra numerosos periodistas de izquierda. Finalizado su período se ordenó el arresto por 15 días de Jorge Olavarría, Amable Rosales y Rafael Poleo, directores de Resumen, Auténtico y Zeta. y Jaime Lusinchi (1984-1989) autor intelectual de la matanza de Yumare. Fueron asesinados de los periodistas Guerra Leydenz y Verónica Tessari. Decomisaron el informe confidencial Reporte Privado. Fue suspendido el programa de televisión Primer Plano y todos esos hechos están tipificados como crímenes de lesa humanidad



Pero ahora podemos decir que en los actuales momentos el CNP es el brazo político-ideológico y psicológico de la oposición para bombardear el consciente y subconsciente de los venezolanos con campañas que incita a la violencia, odio, guerra, racismo, sexo, crimen y pornografía, además de dedicarse a la manipulación y deformación de las ideas



Igualmente s ha sido un organismo utilizado desde 1999 hasta nuestros días como el aparato para impulsar la conspiración contra la Revolución Bolivariana, y una muestra de ello es que cuando el Golpe Fascista del 11 de Abril de 2002, la máxima autoridad del CNP-Portuguesa para esa época firmó un documento público avalando dicho atropello y poniéndose a las ordenes del fascista Pedro Carmona Estanga, mayor desfachatez, algo parecido así como si apoyáramos los crímenes de Adolfo Hitler, Augusto Pinochet, Richard Nixon, Ronald Reagan, George Bush y Barama Obama



En el presente vivimos una verdadera guerra de la información, que no es sino una guerra entre los que distorsionan y manipulan la información y los que luchan por hacer saber la verdad, y que refleja y es consecuencia de la lucha más importante actual a escala universal, entre imperialismo, globalización, neoliberalismo representada por los Estados Unidos bajo la dirección del Presidente Barack Obama, versus socialismo o democracia participativa y protagónica del pueblo como es el caso de la Republica Bolivariana de Venezuela dirigida por el Presidente Hugo Chávez Frías.



La función formativa es irrenunciable en un sistema socialista, pues en ella se establece que una de las tareas de los medios de difusión masiva es la educación de las masas, la elevación de la cultura y la instrucción. Los medios pueden ayudar a los hombres a prepararse para la vida social, elevar su cultura, a comprender mejor las causas y fenómenos del mundo en que habita, al cuidado de la naturaleza y al mejor disfrute recreativo.



La función formativa es inseparable de todas las demás en la sociedad socialista. En la sociedad burguesa, el afán de lucro a través de los medios de difusión lleva a personas sin escrúpulos a renunciar a esta función y se valen de los más bajos sentimientos humanos, tales como el empleo de la morbosidad, la violencia, el sadismo, la crueldad, el abuso sexual, la pornografía y muchos otros.



En los actuales momentos la Estructura Mediática (TV-Radio-Prensa-Internet-Cine-Video-Satélites) es el Brazo Armado y de Guerra de la Conspiración Nacional e Internacional que por todos los medios trata de derrocar el proceso de cambios y transformaciones que vive la Revolución Bolivariana. Para ello, para contrarrestar la acción del imperialismo informativo debemos poner en acción los denominados Medios Alternativos o Comunitarios, porque es necesario que las organizaciones de periodistas y de otros trabajadores de la prensa puedan crear órganos de información de carácter general.



Tan bien que desarrollen la prensa escrita, la radio, las agencias de noticias, el video periodístico y testimonial, así como el uso de páginas en Internet. De esa manera y en colaboración permanente con los medios alternativos junto a la prensa progresista, antiimperialista y democrática de nuestros países, puede promoverse un amplio Frente Informativo Latinoamericano a favor de la integración económica, política y cultural que contrarreste con éxito a la desinformación de las trasnacionales.



La democracia liberal, el individualismo y la economía de mercado, son las teorías que rigen los estudios de comunicación social, por ello la información o noticia se transforma en mercancía y así es en los procesos comunicacionales vigentes,



En la República Bolivariana de Venezuela, hay libertad para el cine, las revistas, periódicos, radio y televisión, libertad de expresión, libertad de información, también cultural y además plena libertad de comunicar a través del libro y el disco. Una cosa si es cierto, el radiodifusor Neoliberal o Globalizador finge respetar “la libertad de expresión”, pero controla totalmente su política programática, con fines mucho más de lucro que de servicio público (su organismo rector se autocalifica de “la industria de la radio”). Todo esto evidencia la enorme diferencia que puede haber entre el criterio de “libertad de expresión” visto desde el lado patronal y el concepto de “libertad de comunicar”, según lo sufren quienes no manejan canales de comunicación.



En regiones dependientes, como es el caso de Venezuela, es fácil detectar una evidente atrofia en la capacidad de los procesos de información ( telecomunicaciones, computarización, almacenamiento de datos, automatización en la producción y una contemporánea hipertrofia infraestructural en los medios de comunicación masivos (radio, televisión y prensa), artificialmente inducida por sistemas hipercomercializados y competitivos con resultados de disgregación, ahondamiento de diferencias de clases y desinterés por las necesidades nacionales, que son aupados por las trasnacionales de la información con el apoyo de los medios de comunicación nacionales.

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