El 16 de abril de 1967 un suplemento especial de la revista Tricontinental publicaba el famoso mensaje de Ernesto Che Guevara (que organizaba entonces en secreto la guerrilla en Bolivia): «Crear dos, tres... muchos Viet-Nam, es la consigna», en el que puede leerse: «En el marco de esa lucha de alcance continental, las que actualmente se sostienen en forma activa son sólo episodios, pero ya han dado los mártires que figurarán en la historia americana como entregando su cuota de sangre necesaria en esta última etapa de la lucha por la libertad plena del hombre. Allí figurarán los nombres del Comandante Turcios Lima, del cura Camilo Torres, del Comandante Fabricio Ojeda, de los Comandantes Lobatón y Luis de la Puente Uceda, figuras principalísimas en los movimientos revolucionarios de Guatemala, Colombia, Venezuela y Perú.»
El recuerdo de la figura de Fabricio Ojeda se ha visto potenciado en Venezuela en los primeros años del siglo XXI, consecuencia en buena medida del acercamiento de la revolución democrática bolivariana de Hugo Chávez a la revolución cubana (puede verse «Venezuela y Chávez, la constitución y el crucifijo», en El Catoblepas, nº 3, mayo 2002). Así, el viernes 17 de mayo de 2002, poco después de la intentona socialdemócrata y socialcristiana contra el presidente constitucional Hugo Chávez, el periódico La Jornada de México podía publicar orgulloso la siguiente noticia, magnífico ejemplo de la presencia que mantiene el recuerdo de Fabricio Ojeda cuarenta años después:
«Reconocen la veraz cobertura informativa del diario durante el frustrado golpe. Catorce organizaciones venezolanas otorgan el galardón Fabricio Ojeda a La Jornada. El premio fue entregado por el embajador de ese país en México, Lino Martínez Salazar.
Catorce organizaciones de venezolanos ubicadas en distintos países de América Latina otorgaron ayer a esta casa editorial el reconocimiento Periodismo veraz: Fabricio Ojeda, por la información difundida durante el mes de abril en torno al golpe de Estado en contra del gobierno de Hugo Chávez.
El embajador de Venezuela en México, Lino Martínez Salazar, entregó el galardón y destacó que el nombre de Fabricio Ojeda es emblemático en su país, ya que fue un héroe de la lucha en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y posteriormente trabajó en contra del engaño que se estaba haciendo al pueblo venezolano cuando, a la caída del dictador, los principales partidos políticos firmaron un acuerdo para apoyarse en el ejercicio de gobierno y no rendir cuentas ante la ciudadanía.
Tal situación agudizó las luchas políticas y sociales en Venezuela, al extremo de hacer surgir un movimiento guerrillero urbano y rural. Fabricio Ojeda fue presidente de la Junta Patriótica, órgano de unidad del pueblo para derrocar la dictadura, y más tarde abandonó el partido de la Unión Republicana Democrática –una de las organizaciones involucradas en el pacto– para unirse a la guerrilla.
Cayó preso y poco tiempo después apareció muerto. El gobierno dijo que se había suicidado, pero eso era inconcebible debido a sus ideales. La población nunca creyó el cuento del suicidio de Fabricio y éste pasó a ser un símbolo de las luchas del pueblo venezolano, refirió el embajador, al destacar la importancia de que este reconocimiento se haya entregado a La Jornada. [...] El reconocimiento Fabricio Ojeda está signado por el Comité Simón Bolívar, la Red de Amigos de Venezuela y el diputado a la Asamblea Nacional, Israel Sotillo, aunque cuenta con el apoyo de otras 12 agrupaciones.»
Tomado de la Página http://www.filosofia.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario